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| José Arencibia Gil y Rosa Betancort Santana |
Rosinilla: Como tengo ahora tiempo para todo en mi espera, me ha dado, como Reminito, en hacer un soneto. No se lo enseñes a nadie. Si acaso a tu hermana Fefa. Porque esto casi parece cosas de novios. Ahí va.
Para ti.
Cuando en las noches mi turbado
pensamiento
clama una luz que ilumine sus negruras.
Cuando busco mi rumbo; cuando en la mar
sin viento
mi nave queda quieta y mi pulso se
apresura.
Cuando el mundo está lejos y el silencio
acongoja mi alma; cuando quiero llorar
y no brota mi llanto; cuando pienso
que estoy todo y perdido en la mar.
Cuando la Rosa de mis vientos, las más
bella
me da el rumbo, mi norte. Cuando seca
mi lengua al paladar días querellan.
Cuando me miran de o alto las estrellas.
Cuando quiero reír y hago una mueca.
Todo olvido al instante, si sueño en
ella.
No me negaras que ya
está casi perfecto. A ver que dice al respecto, la bachillera. Y si yo viera,
que no les gusta el soneto, yo les prometo al contestar la carta que tu me
escribas, que mis misivas, no tendrán metro.
Muchos besillos de
Pepe.
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